El tiempo en las cosas, Bienal Sur

Bienal Sur. Del 26.08 al 30.10 2023

Museo Municipal de Artes Visuales Sor Josefa Díaz y Clucellas, San Martín 2068, Santa Fe

Curaduría: Clarisa Appendino

Artistas: Alfredo Frías, Mariana de Matteis, Sergio Vega, Julián Astelarra, Inés Beninca, Virginia Buitrón, Josefa Díaz y Clucellas, César Ibarra Jiménez (MEX), Lisa Giménez, Lali Martínez Spaggiari, Gustavo Cochet, Edelmiro Lescano Ceballos, Raquel Minetti

Descomposición pausada III, 2023
vaciado de yeso y pigmentos naturales. Pátina de cera.
Medidas variables. Tarima 40 x180x240 cm.
53 piezas

S/t #1,2,3 y4 de la serie Tintas naturales, 2019
Tinta vegetal sobre papel de acuarela intervenida por larvas de Hermetia Illucens
95×75 cm c/u


La pintura, que forjó el arte de representar el espacio, ha intentado desde sus comienzos capturar el tiempo. Una materia móvil, cambiante, imperceptible aunque palpable, que apenas se posó sobre la pintura en su género menos narrativo y aparentemente más estático: la naturaleza muerta. El ordenamiento sobre un plano –usualmente una mesa– de objetos domésticos conjugan una extrañeza compositiva de simulación cotidiana. Platos, hortalizas, vasos, cuchillos, frutas, objetos ornamentales posan para la mirada del artista y construyen con formas y colores muy concretos realidades en reposo destinadas a los ojos.

Josefa Díaz y Clucellas, además de haber sido una mujer abocada a la vida religiosa, fue la primera pintora santafesina. Destinó su vida al convento y a los deleites de la vida hogareña que en ocasiones inmortalizó en exuberantes naturalezas muertas, acomodando delicadamente frutos de su propio jardín. Estas imágenes inician una deriva sobre lo que el tiempo produce en las cosas aparentemente imperecederas e inmutables, como los deliciosos higos y frescas uvas de las pinturas de Josefa. La inquietud radica en lo que produce el tiempo cuando ingresa en las cosas, en la transformación de las superficies tersas en cortezas rugosas, los brillos perlados en opacidad polvorienta, lo inmóvil y erguido en una lenta caída hacia el hundimiento de lo marchito. Un proceso iniciado por una laboriosa e invisible vida huésped, que produce un extrañamiento en las cosas, incluso su desaparición.  Clarisa Appendino

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